El Plan del Alma - 1ª parte
Editorial Marzo 2024
Nos referiremos en este escrito, a un tema que nos han pedido algunos estudiantes, sobre El Plan del Alma; si bien ya se ha escrito bastante sobre la metodología, tal vez queden partes importantes que tratar y haremos un intento para esclarecer un poco más este tema.
El Alma es el Aura de aquello que llamamos Mente, esta, es una porción individualizada de la Mente Universal, el Alma se va formando en la medida que esa individualidad “desciende” desde su Origen, ya que al individualizarse, la cadena o acumulación de experiencias comienzan desde ese misterioso estado mismo, dando nacimiento al Alma; esta es la causa que conforma al Alma, es el conjunto de experiencias que va acumulando esa individualidad Manásica.
Cada Individualidad, trae consigo, no solamente una diversidad de Principios que la envuelve formando un Aura Ovoide compuesto de esos Principios, sino, que todos estos encierran en sí mismos el reflejo que esa Chispa Divina Individualizada proyecta sobre ellos, y esto es nada más y nada menos que El Plan Divino, o Kósmico o Universal, según se desee decir. Por lo tanto, cuando nos referimos al Plan del Alma, es porque se conoce que en toda ella, como Mente, contiene el Plan de su propio desarrollo en toda la Manifestación, como a su vez, cada parte de su Plan Kármico a llevarse a cabo en el mundo o planeta en que va desarrollando el cúmulo de experiencias a través de innumerables encarnaciones que ella misma produce en base a cada resultado Kármico que obtiene de esas experimentaciones en el plano terrestre.
Dentro del Plan Individual mismo, existe aquello que se denomina “Cadena de Encarnaciones”; pero a su vez, al llegar, la consciencia Manasica, a adquirir lo que se da en llamar “La Madurez Karmica”, esto quiere decir que esta Consciencia Mental ya ha formado un Alma con un basto Conocimiento que le permitirá comenzar con esa parte del “Plan de Retorno”, las altas vibraciones que ha ido manifestando con su accionar cada vez más ligada a su Origen Espiritual, han conformado un hilo conductor entre su estado ligada al estado material y su estado Búddhico; las cualidades o virtudes han producido esa conexión extraordinaria, gracias a la intensa fuerza interior que la Devoción tiene en cada virtud conquistadas por la práctica de las Acciones Correctas o alineadas con la Ley Dharma.
Es entonces donde el Plan cobra un giro de alta relevancia, el Alma-Mente comienza a transitar por el Sendero del Hombre Espiritual, dejando atrás al Sendero Humano que es el que se desarrolla en su totalidad dentro del dominio terrestre de los instintos que genera una fuerte preponderancia de Karma como corrector de todas las acciones incorrectas, balance del equilibrio, influencia permanente de la continuidad de la cadena de reencarnaciones.
El Alma-Mente, lentamente va tomando contacto cada vez más consciente de su propio Plan individual y de su permanente unión con el Plan Universal, “despierta” de su letargo preñado de siglos de encarnaciones alejada de su Origen Divino; entonces, comienza una ardua batalla con todos esos contenidos, las Tendencias, sus ejércitos formados por esas incontables encarnaciones donde se han fortalecido a través de los apegos e instintos insaciables de sus personalidades, pero ella, el Alma-Mente, siempre tendrá una ventaja suprema sobre todos ellos, es que sabe de su doble Plan, sólo debe obtener la estrategia suficiente como para desintegrar las cadenas formadas y así obtener su Libertad.
El Alma-Mente se debate entre lo que conoce y la conformación de su personalidad formada en su mayor parte por esas Tendencias o Skandhas, su cuerpo se encuentra en el reino de ellas, y ellas estrechan la vía de comunicación entre el cuerpo o consciencia física y ella misma, este es el gran dilema, tiene un medio físico pero no logra el control del mismo porque lo tienen los Skandhas poniendo en riesgo siempre esa encarnación, pudiendo hacer abortar su Plan en el escenario de la vida material.
La tenue influencia de Buddhi, que se va filtrando a través de su constante esfuerzo, hace que el Alma-Mente comience un proceso de discernimiento donde toma consciencia de que la Ley Una, en la Manifestación, es una dualidad como Karma-Dharma, ambas son esa Ley Una, pero a su vez, comprende que desde el campo de la manifestación o estado fenomenal, debe buscar la entrada hacia el Sendero y la Ley y esto es vivir y actuar en Dharma o sea, bajo el imperio de esta Ley para evitar que la misma actúe como Karma por no cumplir las perpetuas Normas Universales.
Cada una conforma el Platillo de la Balanza de su propia actividad en esa manifestación como Individualidad; cada resultado de cada encarnación pasa por un cernidor que separa las acciones de la vida física, entre las correctas e incorrectas, vale decir, en resumen, que unas acciones provocarán Karma y otras son Dharma; mientras el Alma-Mente pasa por el estado de Humano-instintivo, cosechará seguramente mucho más Karma, porque el impulso instintivo siempre la llevará hacia las pasiones nunca satisfechas de los sentidos conjuntamente con el grueso de las tendencias que se aferran mutuamente con cada personalidad.
Llegado el período de mayores pruebas, la Individualidad comienza a intentar de fortalecer su Sub-principio Buddhico individual, con el estado Buddhico Universal, las Virtudes y la Devoción van conformando esa relación donde el Alma-Mente encuentra su vital apoyo y Fuerza interior para lograr esa parte del Plan de retorno al Origen, el Alma necesita alcanzar el Estado de Fusión con su Origen, donde el átomo que tomó como vehículo, lo ha logrado Espiritualizar a tal punto, que para lograr su Divinización, es necesario lograr esa Divina Fusión, eso completará, la parte del Plan Nirvánico para proseguir en sus distintos Nirvanas que al día de hoy nada se sabe plenamente de manera popular, tal vez si de manera Oculta pero jamás han sido revelados, como han sido las primeras instancias del Plan del Alma-Mente, hasta alcanzar la Divina Fusión con el estado Nirvana y creo que en su primer estado ya que luego los mismos Mahatmas revelan que existen muchos estados Nirvánicos más. Aquí surgen dos cosas a aclarar.
Cuando HPB habla sobre la “Silente Voz del Alma” nos está indicando la importancia de nuestra comunión con aquello que en primera instancia somos, Alma-Mente; escuchar la voz del Alma, es una manera de sintonizarnos con el Plan que nosotros como Alma-Mente llevamos dentro y debemos desplegarlo totalmente para encontrar la salida del Laberinto oscuro de la vida. Esta “Silente Voz del Alma” es la comunicación que se va logrando a través de la Meditación, cambios favorables de conducta, nuestro anhelo fijo en el logro de acceder a ese Plan del Alma y poder mantener esa comunicación porque la asepsia a nuestras neuronas, ha logrado recomponer ese único sistema que forma esa comunicación, la Meditación es el antídoto que logra esa asepsia conjuntamente con los cambios de conducta que permiten que se expongan claramente esa secuencia de errores que son el fruto tóxico de las especulaciones mentales del odio y sus derivados, del egoísmo y sus derivados, del resentimiento y sus derivados, del orgullo y sus derivados, de la ceguera que no permite ver esa Unidad que somos y como consecuencia la separatividad gana terreno en la personalidad y la cristalización de las neuronas las van paralizando del mismo modo que las drogas de cualquier tipo las destruyen.
Pero, fundamentalmente, es muy importante, atenerse a las enseñanzas de aquellos que han logrado su Liberación gracias al desarrollo de la verdadera Ciencia de la Libertad Individual, ya que han dejado abierto, el Plan del Alma-Mente, que ellos descubrieron y siguieron y que cada ser, puede adoptar bajo su propia tónica para alcanzar esa misma Libertad. Esta libertad, que el Alma-Mente necesita lograr, es la salida del estado humano para Ser un Humano Espiritual, hasta alcanzar el Estado de Hombre Espiritual, pudiendo así, salir de la Cadena de Samsara, o cadena de renacimientos bajo el poder doloroso de los resultados kármicos. Muchos se refieren a la Libertad, sin saber en realidad a qué se refiere la Ciencia Esotérica-Oculta; este proceso para la Liberación, comienza en el mismo momento en que la Consciencia Individual se ve atada a un cuerpo material o compuesto como el actual, esta Consciencia, contiene en sí misma, su Prisión y su Libertad, siendo la primera, la secuencia que deberá ir pasando a lo largo de edades incontables por cadenas, globos, razas y sub-razas y reencarnaciones, además de esos procesos internos llamados de “descenso” en cada Principio o Plano, siendo de enormes períodos de un tiempo donde este, no tiene la misma secuenciasión que en nuestro estado material. En el caso de su Libertad Interior el Alma-Mente, luchará siempre por su anhelo del retorno aún, obnubilada por sus adherencias con las Tendencias que se van acumulando en esos inmensos períodos dentro de ciclos, inter-ciclos y super-ciclos y ese sentido natural dentro de ella, no es otra cosa que el Anhelo, y que en su “descenso” es llamado “sed de vida” palabra que trata de explicar ese impulso Divino que así como la trajo de manera individual al Plano de la experimentación, tratará de elevarla a su verdadero y único Principio Universal, Atma.
Por lo tanto, hoy, tenemos a mano una gran parte de la información necesaria para dar comienzo a este Plan del Alma-mente, el externo y el interno lo que no permite ninguna excusa para sentarse sobre la “haraganería mental” a la que HPB hacía referencia; nosotros como Alma-Mente, debemos unirnos a ese Plan Universal de la única manera que es posible, trabajando desde nuestro consciencia humana, en perfecta armonía con nuestra verdadera naturaleza que es la de reconocernos como Alma antes que como cuerpo que la contiene como un accesorio, esta relación Espiritual, permite el desarrollo de técnicas meditativas que nos ayudan a mantener ese “diálogo” con esa Consciencia que somos hasta conseguir esa verdadera unión. Desde que se comienza con ese “diálogo” se percibe la luz de esa Libertad que nos impulsa el Anhelo de alcanzar y toda esa experiencia que ya hemos obtenido y seguimos obteniendo, se van transformando en los escalones de ascenso y es la Intuición que despierta por la Devoción, que se une al propósito de alcanzar esa primera Libertad-consciente, y decimos la primera porque antes se van alcanzando varias Libertades, pero “la verdadera Libertad, siempre será la última” o la Unión con ese Principio Universal que siempre alimentó al Anhelo.
(Continuará)
Manuel Antonio Fernández
Integrante del Centro