La Vida
Editorial Septiembre 2015
¿Ha pensado Ud. en qué momento ha comenzado La Vida? o quizá mejor, ¿en qué instante ha surgido Ud. a La Vida? o podríamos decir, ¿hemos estado fuera de ella en algún instante?
Por increíble que parezca, La Vida nunca comenzó y lo que puede ser aún más increíble, es que Ud. nunca surgió de La Vida, porque siempre existió en ella porque en realidad Ud. ES esa misma Vida, por lo tanto Ud. nunca estuvo fuera de ESA Vida.
Ud. podría decir con justa razón -"Pero yo solo conozco y se de ésta Vida", lo cual es una Verdad a medias, porque en realidad lo que Ud. está viviendo es un pequeño ciclo de experiencia dentro de este mar de vida que es la Evolución, y digo pequeño ya que cada pasaje por este Plano Humano es de una corta permanencia, pero al dejarlo Ud. nunca deja de existir como Vida, ya que como hemos dicho anteriormente Ud. mismo es La Vida con la suma de las diferentes partes que hacen al TODO de Vida del cual Ud., es Parte integral.
Vivimos de transición a transición, de secuencias a consecuencias, de experimentaciones a resultados ya sean estos buenos o no tan buenos, todo esto en una espiral de enormes Ciclos, siempre ascendentes, con ese movimiento perpetuo al que llamamos Vida, viajamos por el mar de la Vida hacia el mismísimo corazón de La Vida.
La palabra Muerte debería ser erradicada de nuestro lenguaje Humano, pues eso que llamamos Muerte y tanto le tememos es simplemente una de las tantas transiciones de La Vida, el desconocer esto, produce temor, aprensión y miedo. Las distintas transiciones de los procesos de La Vida, son leyes que han alcanzado su perfección que, ayudados por el Conocimiento y una Noble Disciplina, también alcanzaremos nosotros. Todo lo que alcanza su etapa en la Evolución, adquiere los derechos que la misma Ley de Vida le da, para proseguir con etapas más elevadas dentro del Plan Divino, o Plan que surge desde ese mismo corazón de La Vida Una.
Si Ud. ve un insecto, un animal o en un ser humano igual que Ud. y siente respeto por ellos, en realidad lo que se está sintiendo es respeto por esa Vida que anida en cada átomo que compone en una perfecta organización, a esa criatura. A medida que el ser humano se va concientizando de ello, sus captaciones de La Vida en sus diferentes procesos pasan de ser instintivas a ser intuitivas, la misma Vida le va capacitando para que se perciba a sí mismo y a todo lo que lo rodea, como una Unidad en constante movimiento y progreso y cada vez que alcanza una etapa más elevada, a eso, le llamamos finalmente perfección.
Hemos alcanzado la etapa Humana, unos, muy pocos ya la han trascendido, ellos son los que han despertado en el Corazón Inmanente de la única y verdadera Vida. Pero estamos los que aún batallamos con las partes más densas de la Vida, pero esa densidad sólo es provocada o mejor dicho creada por la parte ignorante de nuestra propia Vida, por lo tanto, cuán importante es producir un cambio en nuestra Naturaleza Compuesta para unificarla y así poder, a través de ese alineamiento, observar la verdadera fuente de La Vida. Nuestra fuente de Vida solo puede ser oída en el Silencio, esa voz desciende hasta la Mente Superior, si hay Silencio en las emociones, si hay quietud en las acciones, si todo puede detenerse por un solo instante, podrá oírse esa Voz que H.P.B. llamó La Voz del Silencio, queda el Alma, imperturbable, la Unión esperada por milenios comienza su proceso único de Unión, donde la huérfana vida por fin se funde en la Divina Matriz de la Imperecedera Vida.
Manuel Fernández
Integrante del Centro