Un Faro De Luz, Llamado, William Q. Judge
Editorial Abril 2015
Un 13 de abril del año 1851, nace en Dublín, Irlanda y muere el 21 de Marzo del año 1896 tras una penosa enfermedad. Este faro de luz, dejó el mundo, pero una gran porción de esa luz propia que él poseía, la dejó para ayudar a desterrar las oscuras sombras de la ignorancia, en la raza Humana; ningún esfuerzo en contra de sus elevados propósitos pudo menguar su Fuerza interior, la brillantez de sus logros internos los derramó sobre todos aquellos que la requerían de él, para alimentar sus necesidades espirituales, suceso que aún ocurre, con todos los que nos alimentamos espiritual y científicamente de su abundante literatura.
Durante mucho tiempo, gran parte de los estudiantes de Teosofía, poco o nada sabían de él, pero, el surgimiento del esperado intento de “re-flotar” la Teosofía Original, dejada por los Maestros, H.P.B y él, comenzó a destacar su gran obra en beneficio de todos aquellos que requieran estudiar esa Teosofía. Su nombre se sigue expandiendo, y su imagen se populariza a través de los modernos medios tecnológicos que hoy poseemos.
“Muchos, gracias a su experiencia personal, sabían que era un “gran ocultista”, pero nadie ha sondeado las profundidades de su poder y conocimiento. El futuro revelará mucho más acerca de él, que ahora está oculto, mostrando el verdadero alcance del trabajo de su vida. Sabemos que la obra de su existencia ha sido un regalo inestimable para nosotros, cuya tarea consiste en entregarla a los demás. H.P.B, W. Q. Judge y los Maestros, nos han indicado las líneas y podemos, nuevamente, tomar como santo y seña lo que Judge dijo a la muerte de H.P.B., “Trabajad, vigilad y esperad”. No tendremos que esperar mucho.” Robert Crosbie, Fundador de la L.U.T.
Su estatura colosal, dentro del Movimiento Teosófico, nos la muestra en sus obras, todas ellas, llenas de sencillez y accesibilidad, pero no por eso menos profundas, dejaron un cúmulo de sabiduría como la que encontramos en su “El Océano de la Teosofía” o “Un Epítome de la Teosofía”.
H. P. Blavatsky, nunca dejó de ensalzar su trabajo, y por sobre todas las cosas de confiar en él, por eso obtuvo de ella todo su apoyo y las más intrincadas enseñanzas para continuar su enorme tarea en América, para que en el futuro, otros trabajadores tomen sobre sus hombros, la responsabilidad de transmitir al mundo, la Teosofía, que ellos dejaron al inicio del Movimiento Teosófico, a partir del año 1875.
“A William Q. Judge, Secretario General de la Sección Americana de la Sociedad Teosófica :
Mi queridísimo Hermano y Co-fundador de la Sociedad Teosófica:
Al dirigirte esta carta, a la cual agrego el ruego de que la leas a la convención del 22 de Abril; debo, en primer lugar, presentar mis sinceras felicitaciones y mis cordiales deseos a los delegados y a los buenos Miembros de nuestra Sociedad, allí reunidos y a ti mismo, el corazón y el Alma de aquel conjunto en América. Éramos numerosos al traerla a la vida en 1875. Desde entonces, permaneciste solo para preservar esa vida en la buena y mala suerte. Es principalmente a ti, si no es que totalmente, que la Sociedad Teosófica debe su existencia en 1888. Desde luego, quiero agradecértelo por primera y última vez públicamente y desde lo profundo de mi corazón, el cual late únicamente para la causa que representas tan bien y sirves de forma tan fiel. Te pido también recordar que, en esta importante ocasión, mi voz es simplemente el débil eco de otras más sacras y la transmisora de la aprobación de Aquellos, cuya presencia está viva en más de un verdadero corazón teosófico y vive, como yo sé, principalmente en el tuyo.” Del primer mensaje de H.P.B. a los Teósofos Americanos, Abril 1888.
“Por lo tanto, escúchame mi buen amigo: una vez que los Maestros han proclamado que tu Path es la mejor revista, la más Teosófica entre todas las publicaciones, seguramente que no le permitirán que desaparezca.”—“Gracias por todo mi querido compañero [W.Q.J.], que los Maestros te acompañen. Siempre tuya, hasta y después de la Muerte”—“El Maestro por razones Propias, quiere que se elija a Judge, de por vida, esta es la verdad sacrosanta…”—“Mi único amigo.”—“Últimamente, Judge ha hecho mucho por mí y le debo una profunda gratitud, no hay nada que no hiciera por él.”—“En 1887, el Maestro, a través de H.P.B. escribió, ‘…él, entre todos los Chelas, es aquel que más sufre y exige, o hasta espera menos’.” Estos son todos extractos de comentarios de H.P.B. en varias cartas en las que se refiere a W.Q.J. en las cuales se destaca la gran amistad y hermandad que hay entre ellos.
Y, así, se podría citar, una lista interminable de comentarios acerca de la capacidad, sencillez y entrega, que muchos supieron apreciar en él.
Julia W. L. Keightley (Jusper Niemand) dijo:
“Permanecer fieles es la única condición. Cerremos filas y que la Fidelidad sea el agente de los poderes divinos. Él trabajó para que América, la cuna de la nueva raza, se convirtiera en un lugar apto para ayudar y elevar a esta última, preparando aquí un asilo seguro y una casa para los Egos que aparecerán y a favor de este propósito obrarán sus sucesores y él trabajará con ellos.”
La luz de W. Judge nos ilumina desde que comenzó a trabajar por la Teosofía y su brillo continúa desde entonces hasta nuestros días, aunque muchos no la hayan querido ver.
En un extracto de sus cartas no publicadas podemos apreciar el valor de su trabajo:
“[…] Sin embargo, lo que te auxiliará en todos estos asuntos consiste en estar contento y hacer lo que puedas soltando todo el resto. Actúa con una elevada motivación, ten sentimientos gentiles hacia todos, lleva a cabo alguna acción bondadosa cada día y trata de percatarte de que el fin de todo esto será la felicidad y la paz para la humanidad entera. Entonces un sabor anticipado de dicha paz entrará en tu corazón. Existe un aspecto luminoso de la vida, cuya brillantez deriva del amor que cada uno de nosotros puede tener para la humanidad.” W. Q. Judge.
Manuel Fernández
Guillermo Colombo
Integrantes del Centro
Nota:
- Todas las citas fueron tomadas del libro Cartas que me han Ayudado, publicado en castellano por The Theosophy Company.