17 de Noviembre, Aniversario del Movimiento Teosófico Mundial
Noviembre de 2016
17 de Noviembre de 1875, una fecha marcada por una influencia Karmica imponderable, se encontró una brecha en el Kali Yuga, para que las Fuerzas Blancas pudiesen traer al mundo, un destello de la Luz de la Sabiduría que ellas poseen.
Un agente físico tomo en sus manos la enorme tarea de difundir, con el amparo de sus mentores Espirituales, esa Sabiduría que por mucho tiempo había sido ocultada y protegida por los representantes en la tierra de Ātma-Buddhi-Manas, o sea la Gran Logia Blanca. Este agente se llamó Helena Petrovna Blavatsky; ella tomó en sus manos, el Karma de difundir la Ātmā Vidyā, aun a sabiendas, del enorme riesgo que corría, dada la oscuración que reinaba en esos tiempos, donde la Ciencia y las Religiones, más el creciente desarrollo del materialismo económico y el avance del Espiritismo a la cabeza de las mayores supersticiones, estaban arrastrando al grueso de la Humanidad, a una petrificación de sus sentidos, evitando con ello que la influencia de su procedencia Espiritual, tomara contacto con la personalidad. Esa desviación, dejaba ausente al Alma, del ser humano, y el riesgo era, que el mundo se llenara de des-Almados, o dicho de otra manera, hombres sin Alma. Romper con esa gruesa caparazón del materialismo que había invadido la mente y el corazón de la mayor parte de la humanidad, no fue una tarea fácil y aún se está en la duda si todo el gran esfuerzo que se hizo de parte de la agente y sus Maestros resulto aunque más no sea en un éxito a medias.
Pero, el intento se hizo y toda la obra de H. P. Blavatsky y sus Maestros aún prevalece en el mundo. Acompañaron a H. P. Blavatsky, el Coronel Henry Steel Olcott, y William Quan Judge, cada uno de ellos, cumplió con los propósitos del Plan lo mejor que pudo y dio generosamente su vida por ese Plan, llamado La Gran Causa, o sea, La Humanidad. El nombre elegido por ellos y aceptados por otros personajes que emprendieron esta titánica tarea en ese tiempo fue “Sociedad Teosófica”, así fue conocida en el mundo a partir de ese día. Años más tarde, H. P. Blavatsky, declaró que sería llamado “El Movimiento Teosófico”. Los tres fundadores originales, murieron en sus puestos, todos ellos han sido y lo serán para siempre, un ejemplo de Amor y Lealtad a sus compromisos adquiridos para servir a la Humanidad a través de la difusión de esa Arcaica Sabiduría, que le podría permitir al hombre romper con las cadenas de la ignorancia, que lo arrastraba peligrosamente al gran vacío de lo impermanente.
Hoy, el agradecimiento es, para todas estas instituciones llamadas, “Logia Unida de Teósofos”, “Logias”, “Ramas”, “Sociedad Teosófica”, “Centro de Estudios de la Teosofía Original”, etc. Quizá hayan muchos nombres más para dar, pero todas ellas son parte de este Movimiento que intentamos siga perdurando en favor de la Raza Humana.
Que cada 17 de Noviembre, nos encuentre más unidos como Movimiento Teosófico, que podamos dar el sano ejemplo de una Fraternidad Universal, reconociendo en cada ser humano, una parte de nosotros mismos, y por lo tanto, cada estudiante de Teosofía, cumpla con el sano deber, de ser una luz Teosófica en el medio que se encuentre, que, si es verdad que la unión hace la Fuerza, que esa fuerza sea la mayor inspiración para cumplir, como humanidad, con el Plan trazado por esos Hermanos Mayores en el campo de la Sabiduría, si lo logramos, aunque sea en parte, habremos hecho que la vida y el esfuerzo de esos Hermanos Mayores y H. P. Blavatsky, haya valido la pena y tanto sufrimiento como el que tuvo que padecer esta extraordinaria mujer.
Felicidades, a todos los Hermanos del Movimiento Teosófico en el mundo, en este 17 de Noviembre un abrazo Fraternal y Gracias por seguir sin claudicar en esta importantísima obra.
El Centro