Fortaleciendo el vínculo con México
19 de febrero del 2014
Hace ya casi dos años que conocí a ciertos estudiantes de Teosofía de México, que al igual que nosotros, buscan la fuente de este conocimiento y la mejor manera de transmitirlo. Con el correr del tiempo y las cosas vividas fue creciendo el cariño y la amistad con ellos. Es por eso, entre otras cosas, que, cuando en el mes de noviembre del año pasado, los integrantes del Centro Teosófico de Yucatán me propusieron participar en una charla teosófica pública en la ciudad de Mérida acepté inmediatamente y con mucho gusto. Fue una decisión realmente sencilla, dado el afecto que siento por ellos y el respeto y el amor por esta tarea de difundir en alguna medida y dentro de nuestras posibilidades, la Teosofía.
Luego comenzaron los preparativos para realizar ese viaje que entre otras cosas implicaba investigación y la elaboración del trabajo para ser presentado en la conferencia, en combinación con dos personas del Centro de Yucatán. Transcurrieron algunas charlas vía internet con Tadeo e Israel donde planeamos este trabajo y en un abrir y cerrar de ojos (por lo menos esa fue mi impresión) me encontraba junto a Manuel, en vuelo hacia Mérida. Allí personas pertenecientes al Centro de Estudios de la Teosofía Original de Yucatán, que a la vez son amigos entrañables, nos esperaban en el aeropuerto. Era el 30 de diciembre y luego de 15 horas de vuelo con dos escalas, ellos me hicieron sentir con su presencia que llegaba a mi hogar.
Ya instalados en Mérida comenzamos a trabajar con Israel y Tadeo para coordinar el trabajo que sería presentado días después, lo que resultó ser una tarea por demás agradable y amena. Además, las charlas combinaban los temas teosóficos con temas referentes a nuestras vidas privadas. Charlas que hicieron que nos conozcamos aún más de lo que ya nos conocíamos y que además naciera junto al afecto ya existente, una camaradería y una sensación de querer hacer mucho más de lo que se estaba haciendo. Así, nos encontramos estudiando ideas y proyectos para nuevos trabajos y acerca de cómo realizarlos, cuando aún no se había llevado a cabo la conferencia por la que estábamos reunidos.
Finalmente llegó el día de presentar nuestra conferencia, era el domingo 12 de enero y allí estábamos, tratando de expresar todo lo que habíamos planeado y poder brindar lo mejor de cada uno. “Los dos Centros trabajando en forma conjunta”, como se dijo en el inicio de la exposición, y así fue.
Esa fue la característica de nuestra charla, de la cual se dio muestra permanente con distintas referencias a lo largo de la misma. Un mismo tema realizado en tres secciones, presentadas por tres personas distintas, pero todo referido a una idea central: La Reencarnación. La primer parte, a mi cargo, trataba en rasgos generales acerca del proceso de reencarnación en el Cosmos; la segunda parte, a cargo de Tadeo, la reencarnación específicamente en el hombre y finalmente a cargo de Israel, la tercer parte trataba sobre skandhas, nidanas, Óctuple Sendero, etc., es decir la Doctrina de la Conducta como único medio de trascender la rueda de renacimientos.
Al finalizar, algunas preguntas realizadas por el público, resultaron ser la devolución de un auditorio verdaderamente interesado en los temas expuestos, quienes además al saludarnos, se mostraron muy conformes con nuestro trabajo. A ellos gratitud por su presencia y por sus comentarios tan alentadores. Por otra parte, los demás integrantes del Centro de Yucatán consideraron nuestro trabajo muy didáctico y bien preparado.
Creemos que tenemos mucho por aprender en lo que respecta a transmitir aquello que es producto de nuestra investigación teosófica, lo que por otra parte significa una gran responsabilidad. Solo pretendemos realizar los trabajos desde nuestro lugar de estudiantes y en ese sentido, tenemos la satisfacción por el deber cumplido.
Ahora, habiendo regresado a la Argentina, siento un profundo agradecimiento por la oportunidad de compartir este trabajo teosófico, que de alguna manera se ha convertido en algo muy importante en mi vida. Quiero agradecer a toda la gente que compone el Centro de Estudios de la Teosofía Original de Yucatán, por invitarme a participar y por haberme brindado su amistad y su cálida compañía.
Me despido de México y de su gente anhelando que en el futuro estemos nuevamente juntos en esta tarea, la que representa sólo nuestro deber como estudiantes; deseando trabajar unidos en pos de la difusión de la Teosofía, y sabiendo que si logramos hacerlo en cooperación, como lo hemos hecho y no en competencia, no habrá frontera ni distancia que pueda impedir que alcancemos nuestro objetivo.
¡Muchas Gracias y hasta pronto!
Con un sincero afecto y desde lo profundo de mi corazón
Guillermo Colombo
Integrante del Centro