Trabajar por la Teosofía
Editorial Julio 2014
Robert Crosbie nació en Montreal, Canadá, en el año 1849 y murió en California, E.E.U.U., en el año 1919. Fundó la Logia Unida de Teósofos en el año 1909, convocando a “todos los teósofos de mente abierta”, definiendo a los mismos según sus propias palabras impresas en la Declaración de la L.U.T. de la siguiente manera: “Se considera como teósofos todos los que participan en el verdadero servicio de la Humanidad, sin distinción de raza, credo, sexo, condición u organización…”
Amigo y colaborador cercano de W. Q. Judge, fue un devoto seguidor de las enseñanzas dejadas por H.P.B. y los Mahatmas y de muchas maneras un claro exponente del espíritu del Movimiento Teosófico, ese espíritu que está más allá de las organizaciones y los cargos, mismos que muchas veces empañan el trabajo y desvían las mejores y más nobles intenciones de quienes se constituyen en los estudiantes “voceros temporales” de estas enseñanzas. Los desvíos pueden darse en forma inconsciente y el tener la mente direccionada hacia el Ideal se convierte en el mejor antídoto para evitarlo. Robert Crosbie puso énfasis en esa necesidad y podemos decir sin temor a equivocarnos que estuvo a la altura de las circunstancias. A continuación presentamos un extracto de su artículo Trabajar por la Teosofía que fue publicado en el libro La Teosofía Universal, el cual es una proclama a todos los teósofos del mundo.
Presentado por
Guillermo Colombo-Emmanuel Velázquez
Integrantes del Centro
Es inútil aceptar revelaciones basadas en la afirmación de alguien. Ellas no nos transmiten ningún conocimiento, y es el verdadero conocimiento lo que es requerido por cada uno de nosotros. Las fórmulas y shibboleths [consignas] son meramente palabras, no un criterio de la verdad.
La Teosofía existe en el mundo para presentar el medio a través del cual cada uno puede adquirir el conocimiento por sí mismo. Su estudio y aplicación convocan el discernimiento y la discriminación latentes en el ser humano.
La Verdad no es un individuo, ni un libro, no es una declaración. La naturaleza de la Verdad es universal; sus poseedores, cada uno en su nivel, pondrán en práctica la universalidad en el pensamiento, la palabra y la acción. Sus esfuerzos serán para la humanidad sin tener en cuenta el sexo, credo, casta o color. Nunca los encontraremos entre aquellos que claman ser portavoces elegidos de la Deidad y exigiendo homenaje de su prójimo; la verdadera Hermandad incluye tanto a los más como a los menos desarrollados. Debemos tratar de ayudar a todos los que buscan la verdad. Nuestro valor y ayuda en esta gran obra dependerá de lo que hagamos con nuestro motivo, nuestro discernimiento y nuestra conducta.
Aquellos que estén abiertos captarán el anhelo de nuestro corazón de que otros puedan beneficiarse con nuestro proceder. No importa que sean pocos; ellos pueden ser el medio para despertar a muchos otros. Son el esfuerzo y el sacrificio los que producen los resultados finales, sin embargo en nuestro entusiasmo es bueno tener en cuenta que es lo que los Maestros han hecho, y hacen año tras año, época tras época. Ellos hacen lo que pueden, cuando pueden y como pueden, en armonía con la ley cíclica. Preservan el conocimiento alcanzado; y esperan. Sabiendo esto, y haciéndolo de esta forma, no hay espacio para la duda o el desaliento. La Teosofía es para las personas que la quieren. Debemos resistir, esperar y trabajar por aquellas pocas almas sinceras que captarán el plan y promoverán la Causa. Muchos tienen sus oídos muy embotados o su atención tan desviada, que no importa cuántas veces repitamos las doctrinas, estas no los alcanzarán; sin embargo la Teosofía continuamente debe ser presentada para todos los que la quieran escuchar. Este es nuestro auto-asumido trabajo; en cuanto a los medios, el método y la manera, tenemos nuestro ejemplo en H.P.B. y en W.Q.J., imitémoslos y realicemos su trabajo en su espíritu.
El “arco” teosófico ha sido lanzado a través del abismo de los credos y del materialismo. Algunos han descubierto donde yace una base en un lado o el otro; otros han encontrado “piedras” que pertenecen al arco, pero la “piedra angular” ha sido “rechazada” por su forma irregular, como la historia antigua en la tradición masónica. Pero también nos recuerda que llegó el tiempo en que la piedra rechazada se transformó en “la cabeza de la esquina”, porque esta resulto ser la piedra angular. Siempre hubo quienes sabían de la piedra angular, pero eran muy pocos y sus voces no eran escuchadas entre el clamor de las demandas hechas por aquellos quienes habían encontrado porciones del arco y deseaban reconocimiento. Entonces los pocos tenían que “Trabajar, Observar y Esperar”, sabiendo que la historia se repite y que no hay nada nuevo bajo el sol.
La alegoría de la torre de Babel es adecuada a nuestro tiempo. Todo es confusión, cada individuo habla su propio lenguaje incoherente y nadie escucha. Digo “nadie”, pero algunos lo hacen; unos pocos se dan cuenta de que ninguna de estas cosas conduce al conocimiento. Todo lo que podemos hacer es dejar que la luz brille para que puedan buscarla todos los que quieran, sembrando así para la futura cosecha. Esto sería una tarea sin esperanza si no fuese por la Reencarnación; por lo tanto el gran esfuerzo debería ser promulgar los principios fundamentales de Unidad, de Hermandad, de Karma y Reencarnación.
En el trabajo que hemos emprendido juntos, no importa si “nosotros” fracasamos o tenemos éxito: nuestro propósito ha sido y será que el Trabajo continúe. Cada uno de nosotros puede dar su mejor esfuerzo; el resto está en otras y más fuertes manos. Nuestro “mejor esfuerzo” puede no ser gran cosa, pero si el motivo está presente, incluso en algunos casos mantenernos firmes es una victoria.
Por lo tanto es hacia las Enseñanzas donde debe atraerse la atención, no hacia nosotros que solo somos los que las transmitimos de la mejor forma posible. Si uno se da cuenta que en muchos sentidos no es capaz de realizar todo lo necesario, o lo que le gustaría lograr, es indicio de que se está en el sendero para mejorar. Nunca alcanzamos nuestros ideales, ellos nos preceden continuamente. Así como el ser humano piensa, en eso se convierte. En esto, el tiempo es un elemento y hacer pacientemente lo que podamos, lo abrevia. Permitir que nuestras aparentes imperfecciones nos depriman es una forma de impaciencia, ignorancia de la Ley. Todo lo que sucede es lo correcto, hasta que algo mejor aparezca. Los defectos observados se desvanecerán por la observación misma, por lo que podremos soportar alegremente nuestros propios defectos como también los de los demás, mientras continuamos adelante con el trabajo.
Una de las ayudas más grandes que la Teosofía ofrece es la facultad de tener una más amplia visión del campo de acción que en cualquier otro caso; no nos fijamos solo en esta vida, sino también en las futuras durante las cuales “tú y yo y todos los príncipes de la tierra” vamos a vivir y luchar por la redención universal de la humanidad; siempre mirando adelante, siempre viendo hacia las supremas alturas a las cuales podemos dirigir el espíritu que se está despertando. Hay mucha fuerza, muchas facultades dentro del ser humano y mayormente usadas sin la dirección de un carácter permanente. Si se pudiese inculcar la correcta filosofía, aun la sola idea de la naturaleza Divina en el ser humano, un mayor impulso podría ser dado a vivir correctamente; entonces, los que han sido motivados por esto, buscarían una filosofía acorde a esta naturaleza.
Podría no llevar mucho tiempo, ni ser tan difícil, si aquellos que están interesados en la Teosofía dejaran de asimilarla para ellos mismos y se ocuparan en difundir la filosofía y la idea de servicio. Sin la filosofía correcta, la fortaleza y las facultades especiales son inútiles. Si todos estudiaran para ser más capaces para ayudar y enseñar a los demás, el resultado sería un beneficio y una ayuda general. Creo que la palabra “Teosofía” tiene poder, si no lo tuviera no se usaría tantas veces erróneamente. A pesar de todo esto la Teosofía en sí permanece intacta. Nuestro trabajo es que permanezca pura así como fue entregada a nosotros para beneficio de aquellos que pueden ser ayudados y que siempre podemos encontrar. En tiempos mejores tendremos la posibilidad de hacer más y mejores cosas que en estos de tantas dificultades. La Teosofía pura y simple es el criterio a través del cual los esfuerzos pueden ser aplicados y los errores combatidos, por lo tanto siempre debe mantenerse en evidencia como la fuente de todo esfuerzo correcto. La perfección en la acción no es posible; aunque, solo demostremos el espíritu del movimiento, aún estaremos presentando una visible base necesaria para cualquier trabajo exotérico. La “L.U.T.” es un nombre dado a ciertos principios e ideas; aquellos quienes concuerdan con estos principios e ideas son atraídos y se vinculan solo a través de ellas; no a través de sus compañeros que también hacen lo mismo o de aquellos que se abstienen o de los que dejan de sentirse vinculados de esta forma. La Declaración1 firmada por los Asociados es muy diferente de todo lo que existe como organización.
No estamos interesados en “ver cosas”, sino en despertar la Conciencia Superior; dado que sabemos que la Teosofía presenta el conocimiento de los principios que deberían guiar a sus estudiantes en su trabajo público y privado. También deberíamos ser capaces de encontrar indicaciones explícitas. Explícitas en el sentido de que la Teosofía señala claramente la mejor forma de servir a nuestros semejantes. Por lo tanto es un buen trabajo el buscar y hacer disponible para todos, aquellas necesarias citas de las obras de los Maestros que contienen sus propósitos. Si no se pudiesen encontrar, una persona podría tener serias dudas sobre el curso que se debe seguir. Si somos capaces de iluminar más claramente la intención, nuestro trabajo será positivo tanto para el que aprende como para el que enseña.
La base de un trabajo exitoso es la unidad; este es el pedido constante de H.P.B. y W.Q.J. No es una tarea sencilla el proporcionar una base para la Unidad a individuos y organizaciones sin exigir ninguna renuncia a la afiliación o creencia. Parafraseando una máxima del Maestro “Al frente de vosotros está la Teosofía entera, tomad lo que podáis”.
El papel que desempeñemos, mayor o menor, no nos concierne para nada. Nuestro trabajo es llamar la atención a la verdadera base de Unidad entre los teósofos y al mismo tiempo dar el ejemplo. Las personas necesitan, ya sean nuevos o viejos estudiantes, comprender el mensaje de la Teosofía por lo que es y no porque crean en alguna persona u organización. Si los estudiantes tienen éxito en comprender y aplicar la Filosofía ellos obtendrán la verdadera clarividencia en cuanto a los seres humanos, las cosas y los métodos, y su gratitud incluirá todo lo que contribuyó a la oportunidad que tuvieron; esta gratitud encontrará expresión al hacer lo mismo para otros.
Por lo tanto, nos deberíamos esforzar en encontrar a aquellos interesados en participar, asociarse con el Trabajo y compartir la responsabilidad; no por proselitismo ni imposición, sino manteniendo presente delante de ellos las ideas de varias maneras. Como en todo lo demás, cada método debe ser probado, pero sin trazar líneas demasiado rígidas. El trabajo principal consiste en transmitir las ideas. Nos proponemos concentrar la atención en los Maestros y en las Enseñanzas, y en nada más; por lo tanto se debe asegurar la impersonalidad de la “L.U.T.”, cuya Declaración expresa su meta, propósito y objetivo y además dirige la atención hacia el gran movimiento fundamental, que de tiempo en tiempo produce cambios; entonces, al seguir el plan declarado y estudiando la Enseñanza, la práctica se acrecentará por sí sola. Hasta que una persona aclare sus percepciones, no podrá distinguir el oro del burdo metal. Que la “L.U.T.” florezca solo en base a su valor moral.
El trabajo que debemos hacer, el conocimiento que tenemos que divulgar, depende únicamente del nombre de los verdaderos Maestros: H.P.B. y W.Q.J. y de los Maestros a quienes Ellos sirvieron. Ninguna otra cosa restablecerá el movimiento. La Teosofía no emana de ninguna sociedad ni persona viviente. Por lo que concierne al mundo y a todos los teósofos, la Teosofía proviene de H.P.B. y W.Q.J., o mejor dicho a través de ellos. Por lo tanto, a fin de evitar ideas erróneas, volvamos al Mensaje y a sus Mensajeros.
Nuestros esfuerzos podrán parecer inadecuados, pero están en la dirección correcta y “un poco de levadura leuda toda la masa”. Haremos lo que podamos y todo lo que sabemos hacer, soportando el mal del presente mientras intentamos hacer un trabajo que resultará en un mayor bien en el futuro. Un poco aquí y un poco allá, conduciendo de este modo las mentes de los teósofos de cada nivel y en todas las sociedades a la más amplia concepción posible de la Filosofía. Todos estos esfuerzos serán educativos también para nosotros, en cuanto tendremos que tratar con todo tipo de mentalidad, desde la ignorante hasta la arrogante, y hablar de tal forma que dejemos una impresión indeleble. H.P.B. alguna vez escribió: “Si una persona se atiene a la filosofía de Buddha, que hable y actúe como Buddha, si un individuo se define cristiano, que siga los mandamientos de Cristo, no las interpretaciones contradictorias de los varios padres y sectas”.
La moraleja es: si alguien desea ser un teósofo que estudie la Teosofía tal como fue dada por aquellos que la enunciaron. Que una persona acepte como verdad lo que cualquier maestro decida decirle, sin que le dé los medios por los cuales pueda verificar las declaraciones hechas, o pueda comprobar por sí mismo los hechos afirmados, es simplemente creer con una fe ciega, como lo hacen tantas personas.
Nuestra difícil tarea consiste en evitar toda apariencia de autoridad de cualquier clase, estando al mismo tiempo seguros de nuestros fundamentos y preparados para declararlos sin temor. Debemos conceder a todo individuo una oportunidad de reconocer por sí mismo que lo que tenemos para decir está bien fundado. Lo que debemos difundir son los puntos principales, claros y definidos, de forma que no puedan ser pasados por alto por el lector, sino que emerjan como realidades verificables por cualquier persona que desee hacerlo. Hemos emprendido una misión elevada y una pesada tarea, no porque nos consideremos eminentemente capacitados, sino porque vemos la necesidad.
Robert Crosbie
1- La Declaración de la L.U.T. puede ser leída aquí.
Notas:
- Si desea comprar el libro La Teosofía Universal en castellano puede dirigirse aquí.
- La traducción fue hecha por integrantes del Centro de Estudios de la Teosofía Original en Argentina.