Diálogos Teosóficos - Segunda Parte (continuación)

 

Interlocutor: El estudiante, ¿por dónde debería comenzar esa investigación que Ud. sugiere sobre esa Conducta Superior?

Estudiante: Los Maestros de H.P.B. hacen referencia en sus cartas al Buddhismo, como metodología para conocer la raíz de los avanzados males que arrastran a toda la Humanidad por el caudaloso río de la evolución, donde el hombre no tiene ningún control y es arrastrado sin poder erguirse sobre sí mismo y ser dueño absoluto de su evolución. El Buddhismo contiene en sus profundas enseñanzas la llave que abre las puertas de esa conciencia dormida liberándola de la “Cadena de Causación”, la investigación sugerida justamente trata de esto, del Conocimiento-Ciencia del Buddhismo, son las Nidanas, los Skandhas vehículos de Karma que forman nuestra personalidad, donde las fuertes amarras con los atributos de la materia nos mantienen limitados y condenados al eterno reencarnar: nacimiento, vejez y muerte como único futuro que nos presentan las ilusorias cualidades de la materia.

Interlocutor: Pero, el Buddhismo, ¿no es una Religión?

Estudiante: Ciertamente hay una parte de Buddhismo Religioso, pero mucho menos peligroso que otras fanáticas Religiones que han costado incontable cantidad de vidas humanas. El Buddhismo despojado de sus arneses Religiosos es la ciencia pura de la autorrealización, sus Cuatro Nobles Verdades y El Óctuple Sendero, son la corona de la Doctrina de la Conducta Superior. Si damos cumplimiento a estos Sagrados mandamientos del proceder Correcto, conseguiremos erguirnos sobre nuestra propia humanidad para alcanzar ese estado de divinidad, destruyendo esas amarras del sufrimiento y podremos llegar a la “otra orilla” de ese río, a la última y genuina libertad Espiritual, último escalón en la etapa Humana.

Interlocutor: Pero, la Teosofía ¿es Buddhismo ya que lo sugiere en sus enseñanzas?

Estudiante: H.P.B. dejó bien claro esto, la Teosofía no es Buddhismo, a lo que se podría agregar que la Teosofía ha tomado al Buddhismo en sus esotéricas enseñanzas, ya que en ellas se encuentra la síntesis del Conocimiento Superior y eterno de manera ordenada a un grado sumamente elevado y diríamos perfecto, por el Buddha Gautama. Al parecer los Mahatmas han aprendido de esta Sabiduría, la cual los ha llevado al estado actual de perfección en el que se encuentran, por eso es que lo sugieren como una de las principales vías de autorrealización.

Interlocutor: Entre todas estas sugerencias ¿está implícita la meditación?

Estudiante: Reitero, primero es necesaria una profunda investigación de los condicionamientos (nidanas) frutos de la ignorancia, cómo es afectado nuestro septenario, víctima de ésta, produciendo más causas y reencarnaciones dolorosas y como salir de esta cadena interminable, más la mente en sus dos fases, a partir de la cual comenzará la investigación que nos llevará al reconocimiento del doble intelecto, doble inteligencia, instinto, intuición superior, luego reflexión sobre todo lo que se ha venido investigando, finalmente sobrevendrá a la par de toda esa investigación, la meditación. La meditación es la piedra angular de este proceso que va encaminado a esa suprema percepción de nuestra naturaleza superior, hasta finalmente fundirnos en ella. Sí, la meditación produce en el individuo un esclarecimiento mental, una visión clara de esa realidad tan ajena a los intereses del mundo material. Es a través de este ascendente proceso que el Hombre real comienza a emerger y todo el esplendor de su Sabiduría se revela, liberándolo de este campo de dolor y miserias incontables, llamado Samsara por el Buddhismo.

Interlocutor: ¿Es el conocimiento que aporta la Teosofía suficiente para tamaños logros Espirituales?

Estudiante: Tiene que serlo ya que la Teosofía apunta constantemente hacia ese propósito, pero esto no depende solamente de la Sabiduría que contiene la Teosofía sino más bien de la decisión humana. Según reza un aforismo, “Si yo cambio, el mundo cambia”. Cabría agregar que hay una gran parte del conocimiento Divino, que aún no ha sido revelado según H.P.B. Como estudiante de Teosofía, creo que para que sean revelados, dependerá en mucho de la conducta Humana, única responsable de su propio futuro dentro de este sistema. Podemos prever ese futuro observando la conducta actual de esta humanidad que tanto placer parece tener y sentir, al vivir violando las leyes más elementales de la naturaleza. Los estudiantes de Teosofía que nos consideramos serios, tememos por el futuro que parece que se nos escapa de las manos a cada momento. Como un acto desesperado, como cuando al comienzo del movimiento teosófico en el año 1875 dijera de él un Maestro, que era “una empresa desesperada”, así, hoy los Centros hacen un intento para que cualquier ser humano que tenga en su Alma y corazón una pequeña vibración relacionada con el Amor Universal, se integre a las filas del movimiento Teosófico y sea un estudiante serio de Teosofía, un sano investigador de su propia naturaleza Divina y pueda transmitir a través de su noble conducta, las enseñanzas que hayan logrado hacer de él un ser Humano mejor, y así tener la esperanza de que esta Humanidad tendrá futuro a pesar de las adversidades y que logrará sobreponerse por esa Conducta que formará ese puente que la unirá indefectiblemente con su legítima Divinidad.

Interlocutor: Varios autores Teosóficos serios afirman que el estudio del verdadero Ocultismo no solo puede despertar nuestra intuición y percepción más profunda, sino que puede hacer surgir los contenidos más negativos de nuestra personalidad, ¿esto es así? Si la respuesta es afirmativa, ¿podría Ud. explicar cuál sería la actitud que deberíamos adoptar, ya que optamos por esta filosofía de vida impulsados por ese “llamado interno” tratando de cambiar nuestras acciones en nuestra vida actual?

Estudiante: Siempre en que un individuo hace un intento de cambio, sus propios contenidos intentarán lo suyo, los más elevados lo harán hacia lo espiritual y los menos elevados lo harán hacia lo material. El intento de cambio es como una invocación al Karma que hemos acumulado. Este acto voluntario producto de un serio compromiso con nuestro SÍ mayor, hace sobrevenir un enfrentamiento entre los opuestos intereses que luchan dentro de nosotros por mantener el control, los instintos parecen potenciarse y con ello tratan de ahogar el llamado espiritual que pulsa por librarnos de la materia que nos mantiene aprisionados con los apegos y los deseos, productos de la ignorancia. Todo nuestro instinto desarrollado por edades, reencarnación tras reencarnación, se ha potenciado a tal punto que hemos perdido de vista nuestra verdadera procedencia, la cual debemos recuperar. Nuestra libertad significa la muerte de todos esos compuestos relacionado con el plano físico y por supuesto que ellos no quieren morir, pues han venido por edades viviendo a expensas de nuestra ignorancia y grandes sufrimientos. Con respecto a qué actitud deberíamos adoptar, en preguntas anteriores ya nos referimos a las metodologías dadas por la Teosofía y el Buddhismo, pero debería agregar la importancia que tiene el tratar de escuchar ese “llamado interno”.

(1) Interlocutor: ¿Podría Ud. decir a qué se le llama “llamado Interno”? ¿O en definitiva que es el “llamado interno”?

(1) Estudiante: El “llamado interno” no ha sido del todo explicado por algunos Teósofos, pero quizá nos sirva esta explicación, “El llamado interno es el impulso moral que parte de ese punto donde Buddhi-Manas o Buddhi y la mente superior, se fusionan, proyectando sobre la personalidad su influencia bienhechora. Estando el Karma individual lo suficientemente maduro la individualidad comienza su intento de iniciar su ascenso espiritual, entonces, la nueva personalidad recibe ese “impulso moral”, ese rayo, esa vislumbre espiritual, ese despertar que le insta a buscar e investigar, porque comienza a “darse cuenta” que esta no es la verdadera vida. El “impulso moral” y la frase “darse cuenta” están íntimamente ligadas, porque ese “impulso moral” produce, en la personalidad, ese fuerte contacto con ese “darse cuenta”, esto último es “el despertar”, que comienza como quien va saliendo de un aletargo y profundo sueño y a su vez, en nuestra ventana alborea el resplandeciente sol de la mañana, lo que en primera instancia, nos es dificultoso ver a través de la luz, hasta que nos vamos adaptando a ella, pero lo que generalmente descubrimos, a la luz de ese despertar, es el penoso estado en el que nos encontramos, es en esa concientización que uno a uno vamos identificando “los impedimentos” que nos condicionan a permanecer en ese triste estado o vale decir en ese perpetuo renacer. ¿Desesperación, ansiedad e impotencia? Sí, todo sobreviene como consecuencia de ese “despertar”, porque quisiéramos cambiar millones de años de evolución en tan solo un día, o aunque más no sea en una vida. Sin embargo al sondear nuestra conducta vemos claramente esa imposibilidad, ésta, está infestada de vicios milenarios, sin una conducta correcta incorporada totalmente a nuestro ser, no será posible “abrir las sagradas puertas de la verdadera libertad”. La Conducta Superior, escrita con “C” mayúscula, es la única llave, no hay otra, por lo tanto, ha llegado el momento en que debemos comenzar nuestra “adultez evolutiva”, y comenzar nuestro necesario proceso que ha estado esperando mucho tiempo ya, esta importantísima oportunidad, por favor, no la desaprovechemos!!!

Interlocutor: ¿Es posible que una persona que reciba ese “llamado interno” lo desoiga y con ello pierda esa oportunidad de iniciar su ascenso espiritual?

Estudiante: De hecho, esto ocurre más a menudo de lo que cabría imaginar, son lamentables fracasos donde se puede comprobar el enorme poder de esos contenidos internos llamados Skandhas por los Buddhistas, estos también llamados impedimentos contribuyen con esa sordera espiritual, aprovechando la falta de voluntad, debilidad moral, la personalidad se hace procaz en su reincidencia en los vicios que la separan de esa oportunidad, que suele tardar muchas existencias en aparecer porque hay que reunir una importante calidad de Karma positivo para lograr ese tipo de oportunidad, que no siempre es posible reunir, dado que nuestra identificación con la materia, a la cual vemos como una realidad, nos hace, por nuestro apego a ella, reunir más Karma desfavorable en cada existencia y por consiguiente nos alejamos de esa posibilidad de obtener otra oportunidad en un corto lapso de existencias.

Interlocutor: ¿Hay en Teosofía libros que traten más sobre este tema que nos ocupa?

(En la semana del 05 de agosto del 2013 se publicará la continuación de este trabajo)

Por Manuel Fernández

Julio del 2013